Conjunto de textos que podrían ser considerados cuentos, crónicas o micro-relatos, según sea el caso. Agrupados en 7 secciones (Cubículos, Decembrinos, Epiteliales, Estentóreos, Frigoríficos, Metabólicos y Oníricos) y escritos con un humor ácido y oscuro, resaltan principalmente el lado absurdo de la existencia humana.

“Brindis, bromas y bramidos” es una confirmación de que, en literatura, no hay tema que no pueda ser abordado. El libro, en cierto sentido, representa un ejercicio por buscar oro en medio del fango.

Augusto Rebagliati reseña en la contraportada: “En estos breves relatos, Morote manifiesta una vez más su apremiante deseo de penetrar, con lenguaje descarnado y libre de formas retóricas, la realidad cotidiana. Plagados de circunstancias jocosas y recuerdos hilarantes, no exentos de alucinaciones y fantasías escapistas, los textos describen una visión desencantada y distanciada de la vida, donde –entre otros episodios- las celebraciones desenfrenadas contrastan con los ritos religiosos, la televisión exhibe una insospechada complicidad con un ínfimo nivel educativo, las historias familiares colisionan con chascos cinematográficos en cazuelas atestadas, la venganza emerge como ideal para emanciparse de un sistema corrupto y corruptor, y la ineptitud se torna inesperadamente en una herramienta universitaria, además de una constante compañera de viaje.
La actitud desvergonzada e indulgente con que Morote aborda la narración del presente libro sólo elude el reproche gracias a su honesta admisión de zángano confeso”.