Sobre el libro
Un único día (Poesía 1960-2008)
Jesús Hilario Tundidor
Poesía
Calambur,
2010
Idioma: español
ISBN: 9788483591482
Literatura española. Poesía.
Premio de poesía Adonais
Un único día se ha construido durante un largo período de tiempo en continuidad creativa y publicación periódica. Recoge y formaliza las dos épocas en que se ha dividido la obra poética. Teniendo ambas su identidad significada, cada uno de los dos volúmenes que forman nuestra edición tiene carácter original y propio.
El volumen primero aúna los libros cuyos temas trascienden la experiencia personal del escritor implicándola, bajo el argumento poemático, en la inmediatez vital e histórica que vive. Desarrollado en títulos que van desde Río oscuro hasta Pasiono, incluye, además, Junto a mi silencio (libro con el que obtuvo el Premio Adonais en 1962), Las hoces y los días y En voz baja. Los poemas de esta época, emocional y lingüísticamente en compromiso con una actitud vital de existencia y vida, nos arrastran en su lectura por la emoción viva que los envuelve y la palabra justa que los expresa.
Repaso de un tiempo inmóvil, volumen dos, reúne y consolida la época segunda, integrada por: Libro de amor para Salónica, Repaso de un tiempo inmóvil, Construcción de la rosa, Tejedora de azar y Las llaves del reino.
Para dar epílogo a Un único día, Tundidor incorpora un inédito: El holocausto de los huracanes. En él luz y clarividencia, sencillez y vida real, no concuerdan en simbiosis clarificadora con el ejercicio poético sino como lucha de opuestos en la estructuración intuitiva de la experiencia íntima a la cual concede significado la disposición del lenguaje en el poema.
Sobre el autor
Jesús Hilario Tundidor
1935, Zamora - 2021, Madrid
ESPAÑA
AUTORRETRATO Si a pensarlo llegáis, no os lo creeríais. Es bueno y grandullón como una luna llena recién puesta sobre el horizonte, hondo como la propia vida y como buen castellano vergonzoso y grave y serio, por dentro, como el linar. Cariñoso, afable, desconfiado como un pez e incrédulo como una avutarda aun cuando siempre a Dios tenga en sus vientos. Pero sobre todo lejano, lejano, lejano, lejano aunque esté rezumando cercanía y se le escuche, presintiéndolo, a nuestro lado como una camiseta o como un hombro... Sí, lejanísimo e inabarcable, por más que él se nos dé igual que un pan benigno o un sol de junio.. E inocente, con aquella inocencia que da la sabiduría y el venir un poco rozado ya de todo en el holocausto que da el haber vivido, intensísimamente, a corazón abierto, sobre la vida, pleno de sueños, realidad y nubes. El Tundidor es gigante como una muralla, gordo y pesado como una soledad en pie sobre la tierra, majo como unos carnavales de pueblo y completo como una mitología, y se asemeja a un otero lleno de pájaros y labranza arado por la reja magnánima de la ternura. Y poeta, POETA, pítico, mítico, lúdico, mágico que le responsabiliza con un sentido de la creatividad ancestral y dionisíaca, tan clásica que se viste con tules áticos y apolíneos. Sobre el manierismo acarrea la perfección y canta pleno, seguro, una eternidad inconclusa por la que siempre se sacrificó, por la que siempre puso su vivir en peligro y en límites, aun dentro del alcohol y la tristeza (¿por qué, Jesús?) que siempre acompañaron su cántico luminoso, distinto e inaugurador. No obstante, le dicen que es un hombre temeroso del olvido e inseguro de su realidad duradera, sencillo, con un ingénito temor a la muerte en cuanto equivalencia de la oscuridad y de la nada, y él, tímido y avergonzado, se ríe de sí mismo en las sótanos del interior o llora como una gaviota perdida en la llanura. Yo brindo, por todo esto, por Tundidor. Y brindo con un vaso de vino duro de bodega zamorana, y a la vez le acompaño en su desolada arbitrariedad orgullosa de múltiples aristas y significados, que trazan el signo de su significante, aun sabiendo que a él le importa un pito tanta zarandaja y palabrería sobre el otero cerrado de la Historia.
Fuente: Jesús Hilario Tundidor