En Los dientes del reloj, se descubre paso a paso el sentido preciso de la existencia humana, expresada sin límite alguno a través de un pulcro manejo del lenguaje, con un sentido expresivo nuevo y fresco propio de la juventud del autor, quien declara: ”persigo la verdad de mi existencia.
Persigo la tierra en mi vientre”, consciente de la condición genética y circunstancial del ser humano ante si, ante el mundo y también frente a la alteridad respetable del otro; en búsqueda constante y con la certeza de que el camino no se recorre a solas, sino con los demás y en los demás, para la entrega voluntaria y para construir de otra manera el mundo; para desbaratar el estigma que nos determina y condiciona a través de la historia y sus lisonjas frívolas y vanas.
LIBROS DEL MISMO AUTOR
SOBRE EL AUTOR
Raúl Campoy Guillén
1978, Madrid
Publicaciones: Los dientes del reloj, (Ed. Atlantis, 2008) y Donde casi amanece, (Ed. CELYA. 1ª edición 2010, 2ª edición 2012). Sus dos libros han sido seleccionados en listas (Qué leer, Madrid Press…) de los libros más destacados de poesía del mismo año en que salieron (2008 y 2010). Recientemente, acaba de salir su tercer libro Etanol Mortis, (Olifante Ediciones, 2013). Ha sido seleccionado como uno de los ganadores en el III Certamen del Día Internacional de la Poesía en Segovia 2012. Ganador del Premio de Poesía Internacional “Sacra Leal Domínguez” 2012. Ganador del Premio Nacional de Moriles 2013 y del Premio Internacional del Líbano Naji Naajam 2014 Ha publicado en numerosas revistas de ámbito nacional e internacional, así como en numerosas antologías españolas y extranjeras. A nivel internacional, ha participado en el XV Festival Internacional de Poesía de La Habana (Cuba); en el Festival Internacional de Poesía de Copenhague (Dinamarca) 2011; en el V Encuentro Internacional de Literatura Tres Orillas en Canarias; en el VI Festival Internacional de Poesía, Palabra del Mundo y en el Festival Internacional de Lima, FIPLIMA (Perú) 2013. Sus poemas han sido traducidos al danés, inglés y árabe.
Fuente: Raúl Campoy Guillén
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